Público
Público

¿Por qué se registran pisos turísticos en Barcelona cuando la ley lo prohíbe desde 2014?

Los propietarios aprovechan una grieta jurídica para sortear la normativa del Ayuntamiento mientras los vecinos de la calle Tarragona, afectados por la obtención de 120 licencias, y de la plaza Santa Madrona, por cinco, maniobran para evitar su expulsión inminente.

Un bloc de pisos ubicat al barri de Sants.
Un bloc de pisos ubicat al barri de Sants. Laura Rodríguez / ACN

El acceso a la vivienda se está complicando cada vez más en Barcelona. Con los precios de los alquileres por las nubes, la aparición de nuevos nichos de negocio, como el alquiler de temporada o la vivienda de lujo para extranjeros, acelera la expulsión de los vecinos.

La noticia reciente de que un bloque de la calle Tarragona, en el Eixample, ha obtenido 120 licencias para hacer pisos turísticos ha generado alarma en la ciudad y especialmente entre los inquilinos, que han recibido un aviso para marcharse de forma inminente.

Las nuevas licencias han llegado por vía judicial

Se suman otros casos, como el de un edificio de la plaza Santa Madrona, en el Poble-Sec, donde se harán cinco nuevos pisos turísticos. Todas estas licencias han llegado por vía judicial, ya que 2014 fue el último año en el que el Ayuntamiento otorgó licencias.  

Pero ¿por qué las dan ahora? ¿Qué implica esto para la ciudad? ¿Afecta a la regulación vigente? Resolvemos dudas sobre estos casos que han alarmado a los barrios porque profundizan la turistización que ya sufren.

Una brecha judicial abierta en el 2019

Cuando la actual alcaldesa, Ada Colau, llegó al gobierno municipal en 2015, se impulsaron medidas para impedir la concesión de más licencias ante una ciudad ya muy tensionada por el turismo.

El Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) regula las plazas hoteleras, pero también los pisos turísticos, albergues y otras modalidades de alojamiento. Se aprobó de forma definitiva en 2017, pero por un defecto de forma, en 2019 el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) lo anuló.

En previsión de ello, el Ayuntamiento ya había impulsado un nuevo texto cubriendo los agujeros que el tribunal argumentaba para tumbarlo. Pero en ese lapso -de pocos días-, algunas empresas inmobiliarias solicitaron licencias turísticas, que el Ayuntamiento denegó y entonces recurrieron a los tribunales.

Hace pocos meses estos juzgados están sentenciando a favor de los propietarios y obligando al Ayuntamiento a concederles las licencias. Es el caso de la calle Tarragona, el de la plaza Santa Madrona y el de otras seis sentencias que obligan al Ayuntamiento a aceptar una docena de pisos, según confirman fuentes municipales a Público. Se desconoce si existen más casos pendientes de sentencia.

El Ayuntamiento anulará parte de las licencias

El caso de la calle Tarragona es especialmente espectacular por el gran número de pisos turísticos que albergará si sigue adelante. Fuentes del Ayuntamiento explican a Público que están "buscando todas las rendijas posibles" para revocar las licencias.

Se basan en una ley que permite revocarlas si no se activan en tres meses

Por el momento, han anunciado que anularán 77 de los 120 permisos en base a una ley catalana que permite hacerlo si no se han activado a los tres meses de recibirla. Es el caso de la mayoría de viviendas, ya que todavía están ocupadas por los inquilinos habituales, con un contrato vigente: "77 de estos 120 no serán piso turístico", afirmó la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz.

Harán lo mismo con el caso del Poble-Sec, donde viven vecinos en cuatro de las cinco viviendas que ya han sido inscritas en el censo de pisos turísticos. Sanz apuntó que aplicarán esta ley como "innovación jurídica" pero que es necesaria "una ley más específica para revocar licencias" que reclaman a la Generalitat.

La façana d'un edifici de l'Eixample, a Barcelona.
FOTO - La fachada de un edificio del Eixample, en Barcelona. - Blanca Blay / ACN

El PEUAT no queda afectado, pero reclaman más regulación

Estas nuevas sentencias no inhabilitan al PEUAT, que sigue vigente e impide la apertura de más pisos turísticos, pero ha abierto la puerta a que el Ayuntamiento reclame a la Generalitat más regulación. El objetivo principal es que se puedan revocar las licencias, algo que ahora no puede hacerse e impide, entre otros, un decrecimiento turístico en la ciudad.

"Para dar la vuelta a la situación necesitamos cambios legislativos urgentes que la Generalitat debe sacar adelante", afirma el concejal Marc Serra a Público. Por eso han entrado una propuesta de ley en el Parlament con este objetivo.

Los pisos turísticos en Barcelona, alrededor de 9.500

Los pisos turísticos en Barcelona se han mantenido estables en torno a los 9.500 desde la entrada en vigor de las medidas regulatorias de Colau, y especialmente, el PEUAT, que a partir de 2017 ha permitido un ligero decrecimiento -unos 200 pisos menos.

En la época de Trias se cuadruplicaron: de 2.680 a 9.600

Por el contrario, en la época de Xavier Trias se habían cuadruplicado, pasando de 2.680 a 9.600 en cuatro años (2011-2015). Esto coincidió con la liberalización del fenómeno, en el 2012, y el auge de plataformas como AirBnB.

Evolució dels pisos turístics a Barcelona (2005-2021)
Evolución de los pisos turísticos en Barcelona (2005-2021). Ajuntament de Barcelona

Este control en la capital ha permitido congelar el número de pisos legales y cerrar hasta unos 8.000 ilegales, según el Ayuntamiento. Sanz afirma que el equipo municipal ha trabajado muy duro para "ordenar el caos" que existía en torno a este tema y detalla que, de los pisos ilegales cerrados, cerca de 4.000 ya se están alquilando para residentes habituales.

En el resto de Catalunya, la proliferación de 702 pisos turísticos en 2012 a casi 100.000 en 2023 está empujando a cada vez más municipios hacia la regulación, pero el Ayuntamiento reclama que se adopte una legislación a nivel de país.

La tinenta d’alcaldia d’Ecologia, Urbanisme, Infraestructures i Mobilitat, Janet Sanz. BLANCA BLAY / ACN
La teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz. BLANCA BLAY / ACN

¿Y qué pasará con los vecinos de los bloques afectados?

Los vecinos de la calle Tarragona y de la plaza Santa Madrona, entre otros afectados que puedan ir surgiendo, han alzado la voz para quedarse en lo que en la mayoría de casos es su casa desde hace años.

La propiedad del bloque de Santa Madrona es un gran tenedor con más de 270 pisos

La propiedad de Santa Madrona es un gran tenedor con más de 270 pisos en toda Catalunya a través de diferentes empresas. "Están extinguiendo todos los alquileres habituales para hacer un cambio de negocio hacia alquiler turístico y de temporada", denuncia Sergi Barrios, miembro del Sindicat de Barri del Poble-Sec, que junto con el Sindicat de Llogateres acompaña a los afectados. 

Actualmente hay cinco hogares que han decidido quedarse en el bloque aunque en abril recibieron un burofax que les daba 30 días para marcharse. Fue entonces cuando acudieron al sindicato del barrio, y analizando el contrato encontraron que en algunos casos hacía años que se les renovaba mes a mes, en una situación de "vulnerabilidad extrema" que les hizo sentirse estafados por la propiedad y la agencia inmobiliaria con la que tienen contacto.

A través de las últimas medidas aprobadas por el Gobierno han logrado una prórroga de seis meses, pero no saben qué va a pasar a partir de octubre, cuando finalice. En los pisos vacíos se están haciendo obras, instalando alarmas y circuitos de videovigilancia.

¿Por qué quieren hacer pisos turísticos?

Uno de cada cuatro pisos de ese entramado empresarial, propiedad de una familia catalana que se dedicaba al textil hasta que decidió virar hacia el negocio inmobiliario, está alquilado en régimen turístico o de temporada.

Façana del bloc del número 2 de la plaça Santa Madrona del barri del Poble-sec de Barcelona.
Fachada del bloque del número 2 de la plaza Santa Madrona del barrio del Poble-sec de Barcelona.. Pol Solà / ACN

Según una estimación del sindicato basada en los anuncios ya colgados de los pisos en cuestión, mientras que por un alquiler habitual obtienen 1.000 euros al mes, por uno de temporada la suma oscila de los 1.500 a los 3.000 euros y en el caso de alquiler por días -turístico- sube hasta los 10.000 euros.

El alquiler turístico puede llegar a multiplicar por 10 los beneficios

No se trata de casos únicos, sino que por toda la ciudad, pero concretamente en el Poble-Sec, está habiendo cada vez más casos similares en los que un nuevo propietario quiere expulsar a todos los inquilinos.

En el barrio existen 217 bloques de propiedad vertical, es decir, que pertenecen a un solo tenedor. Barrios apunta que están contactando con ellos uno a uno para saber en qué situación están: "Son los que decantarán la balanza para que el barrio pueda seguir siendo para los vecinos y no un escaparate o un gran hotel".

Han impulsado un manifiesto donde denuncian que el barrio "se está convirtiendo en propiedad de especuladores" y este jueves está previsto un encuentro entre todos los "bloques en lucha" de Barcelona frente a la Casa Orsola, emblema de los vecinos que se plantan ante fondos buitre. Según un estudio reciente del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona, los inquilinos de este tipo de bloques están más expuestos a subidas de precio.

La posición céntrica del Poble-Sec y también grandes eventos como la Copa América de Vela o el proyecto de las Tres Ximeneies, donde se proyecta un hub audiovisual, es motivo de preocupación para los vecinos: "Los pisos temporales se esparcirán como una mancha de aceite".

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias